No tenía ni una entrevista. Me sentía invisible.”
Proaktiboa Espacio de impulso y bienestar emprendedor 8 de junio de 2025
Hay una edad en la que se espera que una mujer lo tenga todo claro: trabajo estable, vida ordenada, sonrisa sin grietas. Pero nadie te avisa de lo que pasa cuando la vida se desordena, cuando paras para cuidar, para sobrevivir, para sostener… y luego intentas volver.
Ella dejó el trabajo para cuidar de su madre enferma. Lo hizo con amor, sin dudar. Años después, cuando su madre ya no estaba, quiso volver al mercado laboral. Pero el mercado no la quiso de vuelta.
Mandó currículums cada semana. Ajustó su perfil. Hizo cursos. Aprendió a redactar cartas de presentación, a grabar vídeos, incluso a sonreír en entrevistas falsas. Pero las verdaderas no llegaban.
—»No tenía ni una entrevista. Me sentía invisible», dijo.
Y esa invisibilidad dolía más que cualquier “no”. Porque ni siquiera llegaba el “no”. Llegaba el silencio.
Ella tenía experiencia, tenía habilidades, tenía años de trabajo. Pero también tenía más de 50 años. Y eso, en muchos procesos de selección, pesa más que cualquier máster.
Mientras tanto, el alquiler no esperaba. Las facturas tampoco. Así que comenzó a reinventarse. Se apuntó a talleres, aprendió oficios nuevos, buscó redes de apoyo.
Hoy trabaja por su cuenta. No es el trabajo que soñaba, pero es el que le da dignidad. Y sigue adelante. No por los aplausos, sino por necesidad.
Ella no borró su currículum. Fue el sistema quien lo hizo, por no encajar en el molde.
Pero aquí está. Viviendo. Aprendiendo. Resistiendo.
Y como ella, hay muchas. Somos muchas.
Este es el segundo relato de Currículum Borrado, una serie para visibilizar lo que no siempre se ve: trayectorias valiosas que el sistema borra, y mujeres que siguen adelante con coraje y dignidad, aunque el mundo insista en no verlas.
Escríbenos para contarnos tu historia y seguir dando visibilidad.
Gracias