Soy una mujer que cree en la fuerza de lo vivido, en la transformación que nace de mirarnos con honestidad y en el poder de las redes que tejemos cuando nos acompañamos de verdad.
Proaktiboa nació como una idea mucho antes de tener paredes. En 2024 se materializó como un espacio físico, que tuvo que cerrar sus puertas en 2025 por motivos económicos. Pero el alma de Proaktiboa —la comunidad, el impulso compartido, el cuidado mutuo— sigue más viva que nunca.
Después de más de 20 años caminando junto a personas con diversidad funcional, sigo creyendo que lo más importante no es lo que hacemos, sino cómo lo hacemos y desde dónde.
Hoy acompaño a personas y proyectos que quieren florecer desde lo que son, con verdad, sin disfraces. Lo hago desde la escucha, la presencia y la confianza en que los vínculos honestos transforman.